Todas las personas, independientemente de su capacidad y cuan jóvenes o mayores sean, merecen estar protegidos del daño que pueden causarles las personas que viven con ellas, las cuidan o tienen contacto diario con ellas.
Proporcionamos a aquellas personas que lo requieran la tranquilidad de disponer de un sistema de control permanente y vigilancia para evitar el abuso y la negligencia.